Alberto Fernández no participará esta tarde de la marcha de la Confederación General del Trabajo (CGT) con motivo del Día de la Lealtad Peronista. La movilización tendrá un sesgo netamente sindical porque fue pensada como una demostración de fuerza del gremialismo unido antes de la renovación de autoridades cegetistas del 11 de noviembre.
En la concentración, que comenzará a las 14 en la avenida Independencia y Defensa, no habrá oradores y se leerá un documento que contiene párrafos que pueden ser leídos como sutiles advertencias al Gobierno, como cuando señala que “la profundidad de la crisis actual requiere de señales muy claras” y habla de “una sociedad que no se resigna a las desigualdades sociales y a la postración económica”. “
“Es tiempo de justicia social”, asegura la CGT, que reclama “elaborar en conjunto los consensos que nos permitan poner el empleo productivo en el centro de las políticas públicas para superar la situación que hoy margina a los sectores más desprotegidos, que profundiza las desigualdades sociales y condiciona el crecimiento uniforme y equitativo de nuestro país”.
El texto, además, agrega: “La Argentina y nuestro gobierno afrontan una instancia decisiva para superar la crisis económica y social heredada y agravada dramáticamente por los efectos de la pandemia”. A su vez, se afirma que “el peronismo debe promover la alianza entre la producción y el trabajo” mediante “el diálogo social institucionalizado”.
“La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés, el del pueblo”, puntualiza la central obrera.