La Secretaría de Comercio llegó a un convenio marco con el sector privado para ponerle un techo a los aumentos mensuales y ahora negocia caso por caso. La lista de productos y los beneficios impositivos, en la mesa de discusión.
Los alimentos sufrieron un primer impacto relevante por efecto de la devaluación que tuvo lugar hace diez días, y el Gobierno afina el alcance final de los acuerdos de precios que empezaron a tomar forma sobre el cierre de la semana pasada. Para eso, la Secretaría de Comercio inició otra ronda de negociaciones con empresas para determinar, con los últimos detalles, cuáles serán los productos que quedarán bajo el paraguas de Precios Justos y las medidas fiscales que pondrá sobre la mesa el Ministerio de Economía a cambio.
El ida y vuelta con las empresas fue en esta ocasión bastante más áspero que en otras renovaciones de Precios Justos. Las empresas llevaron sus números por los cuales creen que el sendero con techo de aumentos mensuales era insostenible para sus finanzas y líneas de producción que trabajan a pérdida y el Gobierno blandió planillas con márgenes de ganancia de cada sector, que muestran en muchos casos una mejora en esa tajada en los últimos meses, de la mano de la aceleración inflacionaria.
El equipo económico salió a la discusión con capitán nuevo que fue el director de la Aduana Guillermo Michel. Tras un primer apretón de manos, inicial, sobre las condiciones generales de la nueva etapa -es decir, que tendrá un camino de 90 días con incrementos “topeados” y que habrá medidas fiscales para quienes permanezcan en el marco de los acuerdos- la Secretaría de Comercio intentará avanzar en las puntadas finales, que requieren firmas de los convenios y un decreto que oficialice esos beneficios impositivos para las compañías.