Tras el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma por desacato judicial, la situación evolucionó hasta convertirse en un estallido de ira social por la pobreza y la gran desigualdad que rige en el país, 27 años después del fin del apartheid.
La situación económica en la nación africana empeoró en los últimos meses debido a la pandemia de Covid-19 y a la caída de la moneda nacional, el rand. KwaZulu-Natal es la provincia de donde es originario Zuma y goza de un mayor respaldo social y político. Gauteng es otro epicentro del conflicto: allí se encuentran Pretoria y Johannesburgo.
Al menos 72 personas murieron y cientos de manifestantes quedaron bajo arresto tras los disturbios y los saqueos masivos que se produjeron en las calles de Sudáfrica. Así lo consigna la prensa internacional, que también informa de un despliegue de tropas con 2500 efectivos del ejército en la vía pública.
Las zonas más afectadas por el descontento a raíz del encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma son las provincias de KwaZulu-Natal y Gauteng. Los saqueos de locales se sufren en especial en la capital económica de Johannesburgo y la provincia sudoriental de KwaZulu- Nataly. Tras los robos, los lugares eran incendiados.