William Osman, es un youtuber que decidió construir su propia máquina de rayos X después de que el hospital le cobrara 70 mil dólares. Aunque con su “excelente seguro” le salió finalmente 2.500 dólares, el caso dejó una duda importante en su cabeza: ¿Puedo hacer mi propia máquina de rayos X por menos de lo que serían mis facturas del hospital?
Como él explica: “Mi voluntad de hacer ciencia es significativamente más fuerte que mi voluntad de vivir. Esta es mi obra maestra. Este es el artilugio más peligroso que he construido”. En la lista de compras de Osman había un tubo de vacío de rayos X de 155 dólares que recuperó de una máquina de rayos X dental rota que compró, un rollo gigante de hoja de plomo, varios contadores Geiger y un suministro de electricidad capaz de alcanzar los 60.000 voltios.
Alerta de spoiler: pudo producir una imagen aceptable de su dedo. Interesante, sí, ¿necesario? No lo sabemos. Que en la llamada tierra prometida alguien lea esto y le parezca una opción más viable que pagar la cuenta del hospital es como mínimo algo tristemente insólito.
Amargamente, como el día sigue a la noche, un video de reacción siguió a la obra de Osman, ya que el radiólogo intervencionista Dr. Michael Cellini dijo que el dispositivo era “en realidad bastante bueno”, antes de señalar que los hospitales tienen mejores máquinas de rayos X estándar.
“Los rayos X producidos no son tan malos como una tomografía computarizada, pero eso no significa que deba hacerlo”, confirmó el Dr. Cellini. “Probablemente sea menos de lo que obtendría con una dosis anual de radiación de fondo. Existe un riesgo, pero no tan alto como parece”.