Alma murió en un accidente de tránsito mientras se dirigía a la universidad. Dos días después Camila, la perrita que había adoptado, también falleció. “No aguantó tanta tristeza”, aseveró la madre de la joven.
Camila era un cariñoso animal que se había apegado de tal forma a Alma que no toleró su ausencia.
Según publican medios mexicanos, la joven de 22 años falleció en un accidente automovilístico mientras se dirigía a la universidad. Su auto fue chocado por otro vehículo que se dio a la fuga, lo que causó la muerte inmediata de la chica.
Camila comprendió de manera inmediata que Alma no regresaría jamás. Con el correr de las horas, el animal presentó síntomas de decaimiento, no quería comer y estaba con una actitud abatida. Dos días después, falleció.
“Mi niña, hoy en la mañana murió tu perrita Camila. No aguantó tanta tristeza. Cuando la llevaron para que se despidiera de ti, veía sus ojitos con una profunda tristeza. Ay, Dios mío, no puedo con tanto”, escribió en sus redes sociales Delia Ocañas Cantu, mamá de la estudiante.
Según contó la mujer, en las últimas horas la perra fue cremada y sus cenizas fueron colocadas dentro de una pequeña cucha de madera, en el mismo lugar de descanso que su dueña.
“Camila ya está contigo, no estarás sola, te estará acompañado por siempre tu mija Camila, como tú le decías. Papá Dios dame las fortalezas para sobrellevar este proceso tan doloroso”, escribió la madre de Alma.