Este jueves en uno de los salones del Hipódromo de Palermo, un grupo de 400 voluntarios escucharon atentamente al jefe de campaña en la Ciudad, Fernando Straface, que al igual que las bandas teloneras, se encargó de “calentar” al público que esperaba con ansiedad al número principal de la ventosa jornada: María Eugenia Vidal.
“No son militantes de ninguna de las fuerzas sino que son personas que se acercaron a Juntos por el Cambio diciendo que querían hacer algo, que querían colaborar con Juntos por el Cambio, no con el PRO o con la UCR sino con la marca de todos”, explicó una fuente que participó del encuentro.
Estos “evangelizadores”, que puede ser que formen parte del ejército de fiscales, ayer escuchó y preguntó porque hasta el 14 de noviembre van a tener una función: micro militar, ser la versión del boca a boca de la fórmula del oficialismo porteño.
“Con estas personas llegamos a la mesa familiar, a los chats de padres de las escuelas, de los clubes, a esos lugares a los que la campaña tradicional no llega”, señaló uno de los organizadores del encuentro.
“Es un grupo de gente que está muy activa pero no están al día con el eje estratégico de la campaña porque no son militantes. Straface lo que hizo fue contextualizar, bajar la idea que ya se mostró el domingo a la noche en las PASO y es el de la unidad de JXC en la Ciudad, la unión de las tres listas, y por qué es tan importante el rol que tiene cada uno de los candidatos además de María Eugenia Vida. Mostrar que la unidad es un bien en si mismo y que la diversidad que tiene la lista también es un bien en si mismo”, agregaron.
Pero uno de los puntos más importantes que bajaron los dirigentes a los 400 asistentes es que esta elección “tiene un enfoque para la Ciudad bien nacional”. Con Vidal a la cabeza, señalaron cómo Juntos por el Cambio en la Ciudad “va a contribuir a que la oposición gane en la Nación” que esperan se vea reflejado en la cantidad de diputados obtenidos.