El lunes pasado, horas antes de que el Ministerio de Salud de la Nación informara que existía una “alta probabilidad” de que el caso sospechoso de viruela del mono estuviera infectado, el paciente se enteró de que los estudios de laboratorio habían dado positivo para la infección · En ese momento, pasó a ser el primer infectado confirmado en el país y la región
Según pudo reconstruir LA NACION, el paciente, que reside en el noroeste del conurbano bonaerense, consultó el viernes pasado por su cobertura en una clínica de la zona norte de la Capital. Tenía fiebre y ampollas en algunas partes del cuerpo. El antecedente de viaje a uno de los países con un brote en curso de la enfermedad activó la sospecha en los profesionales tratantes. A los dos días, con el paciente aislado preventivamente, la clínica notificó al Ministerio de Salud de la ciudad, que a la vez lo informó a la cartera sanitaria nacional a través de sus áreas de Epidemiología.
“Salud informa acerca de un caso sospechoso de viruela símica”, indicó el comunicado que se difundió pasadas las 20 del domingo pasado. Para entonces, al paciente se le habían tomado las muestras del contenido de las ampollas para analizar en distintas áreas del Departamento de Virología del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) de Anlis Malbrán.
Análisis
Confirmar o descartar el caso sospechoso demoraría, como mínimo, 48 horas, según anticiparon el lunes a este medio desde el laboratorio nacional de referencia. De ser así, recién a partir del martes a la noche o el miércoles pasados se podría conocer si el hombre había contraído o no la infección bajo atención mundial, junto con el Covid-19 y la hepatitis de origen desconocido.
Sin embargo, ese lunes, pasadas las 22, el Ministerio de Salud nacional se anticipó a la definición diagnóstica a cargo del Malbrán: difundió que existía “alta probabilidad” de que el caso en estudio fuera de viruela símica porque la imagen de las muestras magnificada por microscopía incluía “partículas virales compatibles” con el virus del género orthopox (o virus que causa la enfermedad), sin circulación en el país.
Pero lo que omitió ese comunicado oficial nocturno es que al paciente ya le habían informado que era positivo para la infección.
Tampoco se difundió todavía que el Departamento de Virología de Anlis Malbrán redactó el martes pasado el informe con el resultado positivo de la prueba por PCR, que es la que tiene valor diagnóstico. En ese reporte, se lee: “Es consistente con la observación realizada en el día de ayer [por el lunes] mediante coloración negativa por microscopía electrónica de transmisión, donde se detectaron partículas virales” compatibles.
Por el momento, están aislados el paciente y por lo menos una persona de su núcleo familiar. Se está haciendo el seguimiento preventivo del personal de salud de la clínica que lo atendió en la primera consulta y el personal tratante.
Como el aislamiento que debe seguir el paciente es de contacto y respiratorio, toda persona que ingresa a la habitación lo hace con equipo de protección personal. Eso incluye también al servicio de limpieza. La manipulación de la ropa de cama y los utensilios para la comida, por ejemplo, tiene que seguir un circuito separado de esos elementos del resto de los pacientes.
Como suele ocurrir en estos casos, cuando un residente de una provincia consulta en un hospital o un centro privado de otra jurisdicción, los distritos se dividen el trabajo. Eso incluye, también, el seguimiento de posibles contactos, incluidos los del vuelo en el que el paciente volvió al país.